Acusación de corrupción y polarización política en Twitter
Silvana Ferreyra
Hace unos años empecé a trabajar en la construcción de una genealogía sobre la acusación de corrupción política en la Argentina posterior al peronismo. Mi punto de inicio eran las comisiones investigadoras creadas por el golpe de estado de 1955, una coyuntura signada por la cristalización del clivaje entre peronistas y antiperonistas. El trabajo en un equipo interdisciplinario me alentó a salir de la zona de confort propia de la tarea historiográfica, buscando evidencia sobre las representaciones en torno a lo corrupto más allá de la prensa, los expedientes judiciales y ensayos políticos. En ese marco, las redes sociales en general y Twitter en particular surgieron como una nueva fuente de consulta. Por un lado, Twitter era una interesante caja de resonancia de conversaciones políticas y por otro, permitía el acceso abierto y gratuito a una enorme cantidad de datos a través de su API. Al avanzar en el análisis advertí que no sólo la pregunta sobre las representaciones era relevante, sino también el modo en que esas conversaciones sobre corrupción alentaban escenarios de polarización política. Esa línea de análisis también me permitió conjugar viejas y nuevas preocupaciones, al comenzar a interrogarme sobre la influencia de las antinomias políticas en la circulación en esa red social de distintas problemáticas políticas y sociales de relevancia pública.